Nunca antes el enigma se había sincronizado de forma tal con la música. Y es que Arcade Fire más allá de jugar con grandes acuerdos publicitarios, apela a lo selecto e inteligente a la hora de dar a conocer una propuesta. Ya lo hicieron con su más reciente producción Reflektor, bajo una decena de shows en formato íntimo codificando cada uno de sus pasos, y para su quinto largaduración la táctica permanecerá inmutable.
Al menos así se concluyó luego de su presentación en el Secondline Stages de Nueva Orleans como calentamiento previo a su actuación en el Voodoo Music Experience + Arts Festival del pasado 30 de octubre. Los canadienses tocaron tan solo para 175 aficionados que estaban vestidos en ocasión de Halloween estrenando tres nuevas composiciones.
¿Cómo fue sonoramente? La agilidad de las mentes tras Funeral pudo más: los teléfonos fueron requisados en la puerta a todos los asistentes al concierto. En la velada además, aprovecharon de realizar múltiples tomas para lo que sería el primer sencillo de su próximo álbum.
Informaciones que se suman a lo revelado por Tim Kingsbury, quien conversó con la cadena CBC Music desde París, mismo lugar donde están gestando su siguiente gran golpe: “Estamos en la mitad del proceso del nuevo disco y probablemente seguiremos trabajando un par de meses más. El álbum saldrá en algún momento del próximo año”. En la misma entrevista Kingsbury fue consultado del por qué están realizando determinadas presentaciones en vivo en el viejo continente, ante lo que éste replicó: “estamos realizando estos conciertos porque ha pasado un tiempo y es agradable a volver a juntarse en esto. Es una manera de poner un poco de energía extra al proceso de grabación”.
Jeremy Gara, baterista del colectivo también fue voz autorizada para hablar de los trabajos de producción. Hace hace unas semanas entregó algunas pistas del sentir actual de la banda: “No tenemos un calendario todavía. Todavía estamos esperando qué es lo que vamos hacer de manera concreta los siguientes meses. Desde el otoño pasado hemos estado grabando. De hecho, aún lo hacemos. La gente tiene muchas expectativas cuando se trata de Arcade Fire, pero a pesar de eso, estamos tratando de tomarnos todo el tiempo posible. Tenemos canciones, muchas ideas, pero aún no tenemos un sonido definido o una dirección”, enfatizó.
Un sello inconfundible de Arcade Fire: tomarse con calma sus grabaciones, concretarlas sólo cuando así lo sientan, y darse el lapsus necesario para armar los bosquejos sonoros de la mejor forma. Un proceso que el mismo James Murphy vivió en primera persona en Reflektor, visitando varios estudios de grabación alrededor del mundo.
Condimentos especiales para este venidero álbum hay de sobra: Régine Chassagne fue madre, Will Butler consecuentemente padre, y Win Butler se aventura en el underground con una música que día a día gana adeptos. Junto con ello el inicialmente citado David Bowie —una influencia permanente en el conjunto— falleció a principios de año, siendo homenajeado por Arcade Fire varias veces.
Esta banda de seis piezas, provenientes de Canadá, ha ganados dos Brit’s Award, dos Grammys y ha editado tres discos en los últimos diez años. Su álbum “Funeral”, editado el 2004, fue nominado a un Grammy por Mejor Álbum Alternativo del año. El disco también, cerró la década siendo escogido por la Revista Rolling Stone como el álbum # 1 de los ’00s. También fue señalado como el Mejor Álbum de la Década por publicaciones como NME, Q, Pitchfork, The Guardian y Mojo.