La tradición metalera en nuestro país los tiene como uno de sus máximos referentes. Y si bien créditos a nivel planetario como Metallica y Iron Maiden han desarrollado una particular fibra de conexión con Sudamérica, ellos poseen una identidad propia, que los vio en su juventud en Viña del Mar recorriendo calles mientras los azotes de la dictadura eclipsaban las crecientes expresiones culturales. Una localía que ha escrito capítulos dorados en la historia de espectáculos chilenos con titánicos círculos de ‘mosh’ en sincronía con gritos desaforados e infernales, que en mayo próximo se reencontrará con su fanaticada: Slayer celebrará los 30 años de Reign in blood en un único concierto en Movistar Arena.
Así lo revela La Tercera, agregando que la fecha elegida es el 10 de mayo con coordenadas a revelarse en las próximas semanas. Un retorno propiamente tal de Tom Araya y compañía por lo demás. Recordemos que su última visita data de 2013, como parte del acto de apertura de Iron Maiden en el Estadio Nacional. Una cita que los vio sin la participación de su histórico baterista, Dave Lombardo, y poco tiempo después de sufrir la partida de Jeff Hanneman.
En esta oportunidad, Slayer regresará con su más reciente edición Repentless (2015). Este registro cosechó buenas críticas en prensa especializada y seguidores, sobretodo aquellos que pedían un retorno a su sonido original. “Suena como un disco de Slayer, cuando lo escuchas dices ‘son ellos’. Pero después te sientas y dices ‘bueno es parte de Slayer, es su mitad’. Para mí es identificable. Después de todo lo que hemos pasado puedo decir con calma, ‘sonamos como Slayer’. Es muy bueno para ser la mitad de nosotros”, explicó Tom Araya a la revista alemana Rock Hard previo al lanzamiento de esta placa.
“Todo en esta banda, se centra en el presente: el día a día. Nunca planeamos lo que haremos en el futuro, sólo enfrentamos el día en la manera que venga. Por ahora, está bien. El álbum que hicimos suena tal cual nos lo planteamos”, agrega sobre un eventual futuro registro. En los últimos meses, se han dedicado a girar alrededor del globo promocionando su ya citada producción.
Tres décadas no son nada
No obstante, la mayor novedad de su nuevo aterrizaje, será la conmemoración de los 30 años de Reign in Blood, tercera placa de su catálogo, y que los tuvo durante todo 2016 recorriendo el globo a punta de setlist diseñados para la ocasión. Esta pieza fue producida por Rick Rubin y sirvió como una suerte de ‘biblia’ para toda banda que buscara un sonido thrash.
Riffs frenéticos en diálogo con apocalípticas cuerdas que le valieron entrar a la elite del metal. “[…] destroza a cualquier banda tocando rápido y/o duro hoy en día. Perfilando líricamente los horrores venideros, mientras que musicalmente pone los cimientos del resto del álbum: rápido, difícil y asqueroso”, anotaba la prensa especializada, en especial rindiendo culto a una de sus más emblemáticas composiciones: Angel of Death.
“Si lanzaras Reign in Blood hoy, a nadie le importaría una mierda. Fue el momento; fue un cambio de sonido. En el thrash metal de la época, nadie había oído una producción como esa. Fueron un puñado de cosas que se juntaron a la vez”, afirmó por su parte Kerry King. En total sus shows oscilan entre 19 canciones, recorriendo parte fundamental de su discografía.
La historia de Slayer goza de larga data en nuestro país. Su cantante y bajista, Tom Araya, nació en Valparaíso, aunque muy pequeño viajó a Estados Unidos y se instaló en California. Allí tocó sus primeros acordes y dio vida a Slayer junto al igualmente virtuoso guitarrista Kerry King. Con el tiempo, Slayer no sólo se convirtió en uno de los Big Four junto a Metallica, Megadeth y Anthrax, sino también en el grupo autor de álbum más heavy de todos los tiempos: Reign in Blood. Han pasado casi treinta años, una extensa discografía, polémicas por diseños y letras, censura e incluso un Grammy Award. Un abultado y extenso currículum que se nutre, sobre todo, de los estadios llenos.
Alcanzaron la fama gracias a la edición de Reign in Blood, calificado como «el álbum más heavy1 de todos los tiempos» según la revista Kerrang!. Gracias a ello, fueron incluidos durante los años ochenta dentro de Los Cuatro grandes del thrash metal junto con Metallica, Megadeth y Anthrax. En su haber figuran 11 largaduraciones, un EP y dos discos en vivo, que han logrado cimentar las estructuras del thrash.