Cuando dicen que en el extrañísimo 2020 “todo puede pasar”, en esa afirmativa también hay espacio para la reunión de una de las bandas más importantes del numetal: System Of A Down. Pese al distanciamiento entre los miembros de la banda a razón de inseguridades propias del núcleo musical. Esto también sucede por diferencias políticas internas a causa del vehemente apoyo de Dolmayan a Trump, tanto en su primera campaña presidencial, gobierno y reelección; así la banda lejos de pensar en la continuidad del proyecto, la separación definitiva era la elección más sana para todos sus integrantes.
Si de política hay que hablar, System Of A Down no tiene pelos en la lengua. La comprensión de la premisa de que lo personal es político; no es algo nuevo para la banda, sino que es en efecto una declaración de principios en lo que respecta a la consolidación de las interacciones colectivas y comunitarias que dan sentido a lo social. No obstante también implica reconocer que lo político es por consecuencia un agente clave en lo relativo a la arquitectura creativa de producción musical, y más particularmente en axiomas objetivales que construyeron el sentido de la orgánica y esencia de System.
La música como declaración de principios es la premisa base con la que System Of a Down se dio a conocer en la industria artística internacional, puesto que la figura impetuosa del pueblo Armenio como territorio en eterna vulnerabilidad, pero también una comunidad que resiste y no olvida a ninguno de muertos pese a 30 años de incesante guerra, se transformaron en un discurso en común el cual representa un lugar importante en su conformación identitaria de la banda. Es por esto que SOAD se impone en la industria como una de esas bandas que, gracias a esa fanaticada incansable, le da visibilidad a una problemática que lejos de ser sólo una mera inspiración. Es una problemática política y social que ha cobrado miles de vidas; y esta es una de las razones principales por las que lo nuevo de System llega como una sorpresa a miles y millones de seguidores a lo largo del mundo.
Protect the Land y Genocidal Humanoidz son los nombres de lo nuevo de System of a Down. Sencillos que emergen de la imperativa de colaborar al pueblo Armenio que ha sido violentamente militarizado y aniquilado. Esta cruzada que busca recaudar fondos y dejarlos a disposición de la comunidad de la cual ellos culturalmente también son parte. Una iniciativa que en esencia es pura, y que también es mucho más leal que el famosísimo “Chile ayuda a Chile”, y también mucho más confiable que Don Corleone, como lo llamó el mismísimo Mike Patton a Don Francisco… a todo esto, ¿Alguien sabe realmente qué pasó con el dinero recaudado en la edición pasada de Chile Ayuda a Chile?
En cuanto a la ejecutiva de esta causa, esta se pondrá en marcha por medio de los royalties que se recauden a través de la descarga de las canciones en Bandcamp , las cuales serán destinadas a la organización Armenia Fund, fundación que organizará su distribución directa a la víctimas que fueron brutalmente violentadas por esta disputa armamentista.
15 años debieron pasar para que los artífices de Toxicity sacaran nuevo material. 15 años en los cuales pisaron territorio nacional en dos ocasiones. Pero esos 15 años de diferencias y distanciamientos se acabaron a raíz de la extrema necesidad de evocar un discurso unificado sobre su territorio cultural. En términos generales, los nuevos sencillos de System apelan a la visibilización y concientización colectiva respecto a las injusticias propias que subyacen de la usurpación simbólica y material de territorios armenios por medio de la armamentización y disputa de la una comunidad completa.
El viaje de lo nuevo de SOAD oscila en no más de ocho minutos. En dónde Protect the Land se transforma en la ruptura del hielo; un track que se transforma en el responsable de materializar el sueño de muchas, muches y muchos fanáticos. El primer impacto con la realidad de que este distópico 2020 nos regala material nuevo de una banda que acompañó eternas adolescencias.
En cuanto a la arquitectura organizativa que propone la línea artística del sencillo, los primeros acordes apuntan a la memoria emotiva y musical de las, les, los más fanáticos. Los primeros segundos nos remontan tempo del clásico “Mr. Jack” del Steal This Album, o como se llamó en un inicial EP que marcaba el incipiente ascenso de banda hard “P.I.G.”.
Bajo el manto de la madurez procesual que embiste lo nuevo de System, es que Protect the Land emerge como un discurso sólido entre los miembros, no emergen mayores protagonismos, sino que desde las primeras líricas las voces de Serj y Daron funcionan cómo un mismo órgano. Una misma voz que desde la máxima desolación y aniquilación territorial, nace una argumentativa clave que evidencia la transgresión violentista de una guerra, o quizás un genocidio, en la vida de las personas.
What do we deserve before we end the earth.
If they will try to push you far away,
Would you stay?
Casi como un emplazamiento a los que siempre traicionan a su pueblo, a esos que juraron fidelidad, pero jamás a su clase. A esos que históricamente tienen las armas para defender intereses de quienes nunca han tenido una pizca de empatía por la vulnerabilidad, es que System llega a pasarle la cuenta de la conciencia de aquellos que tienen las manos con sangre, que mataron y mutilaron a millones durante cerca de 30 años de incansable genocidio.
Desde la reflexiva de la arista macrosocial que tiñe el discurso del cuarteto culturalmente armenio, es que bajan al terreno personal porque lo personal es político; y cuando hablamos de aquello que es personal, nos referirmos a ese contexto que es historia, es cultura, es trascendencia, pero también es dolor y rabia.
Some were forced to foreign lands,
Some would lay dead on the sand,
Would you stay and take command?
Probablemente sean estas líneas parte de la historia de cada uno de los miembros de la banda, hijos de familias que, por temor a perder su vida, decidieron optar por lo incierto de la estabilidad y comenzar de cero en un nuevo territorio. Es en este marco es en el que la cultura, cómo comportamientos y conocimientos, aterrizan un sentimiento de pertenencia territorial que reivindica los saberes ancestrales de esa Armenia viva pero aniquilada. Es esa arista de reivindicación cultual la que construye la identidad de este cuarteto, una banda con un fuerte compromiso de conscientización y visibilización.
El segundo y último track corresponde a Genocidal Humanoidz. Un sencillo más corto de lo que ha trabajado históricamente la banda, pero con la máxima potencia que da forma al carácter de System Of A Down.
Las primeras notas que abren este track nos invitan a rememorar los primeros acordes de Chic ‘N’ Stu, lanzando en el lejano 2002. Un sencillo que utiliza los juegos de palabras, trabalenguas como la arquitectura propia de la lírica de este tema; track que probablemente sea uno de los más esperados a la hora del mosh pit.
Guess who’s coming over to dinner?,
The genocidal humanoids
Teaching warfare to their children
En cuanto a la artista discursiva, este tema se caracteriza principalmente por emplazar a quienes escriben la historia, quienes que por medio del control hegemónico y sociocultural, estructuran la los procesos históricos en favor de las minorías oligarcas. Sin embargo al alero de estos emplazamientos, es que es clave reconocer la importancia de los medios contraculturales que desestructuran la forma en que se sustentan los relatos históricos, una especie de jugada antisistémica que reconfigura los modos de comprensión de los contextos macrosociales.
No hay dudas que lo nuevo de System Of A Down llega como un regalo para todas, todes y todos quienes hemos seguido de cerca la carrera del cuarteto norteamericano con ascendencia Armenia. Dos tracks que lejos de mantener un hype altísimo, llegan como una sorpresa que nadie esperó que sucediera.
De este modo es preciso recalcar que la premisa política que consolidó el discurso de la banda en marcos de activismo y reivindicación cultural, hoy los reúne con el objetivo claro de responder a esos jóvenes que comenzaron como una banda a la que nadie le veía mayor proyección en la industria musical. A esos jóvenes de ayer que configuran identitarimanete a los adultos de hoy que buscan, por medio del ala cultural, la reivindicaicón del territorio armenio a nivel cultural, político y social.