Las sirenas sonaban con la intensidad de una protesta estudiantil, el público gritaba con desenfreno y desazón, y el ambiente era una fiel réplica de una revolución ciudadana. Con un ligero atraso Rage Against the Machine salía por primera vez a escena en Santiago de Chile, de fondo los acordes de Testify incitaban la batalla: un concierto guardado en la retina de sus más de 20 mil asistentes, donde como pocas veces, todos los sectores saltaron al son de la música. El poder regresó a la gente.
Desde dicho cálido 11 de octubre ya han pasado cerca de seis años, tiempo en que el factor «receso» en Zack de la Rocha y compañía, se ha hecho sentir. Reediciones han habido varias, pero de alguna señal clara de un posible retorno nada. Ni si quiera en eventos curados por ellos mismos han hecho alguna aparición. El poder fue despojado de la gente y entregado a unos pocos.
9 de noviembre de 2016 y la revolución está por iniciarse una vez más. Donald Trump, uno de los máximos emblemas del empresariado, fue electo como el 45 presidente de los Estados Unidos asumiendo su cargo el próximo 20 de enero. El grupo, siempre con el factor social como su principal guía, no hizo oído sordo y ya tantea una posible reunión.
Tim Commerford, bajista de las mentes tras Sleep Now in the Fire, afirmó que se siente ‘esperanzado’ de cara a un posible retorno, y que los fans ‘deben tener los dedos cruzados’. Estoy tan comprometido con Rage Against the Machine como integrante, así como fan. Y como seguidor del grupo, espero que algún día ocurra», explica a Kerrang.
«Mi relación con Zack ha sido de las mejores por un largo tiempo, nos conocemos desde la infancia. Realmente disfruto nuestra amistad. No puede ser mejor , estoy feliz con ella, amo al tipo. Cuando envejezca quiero que sigamos siendo hermanos, siempre como eso, ‘hermanos’. Lo más importante de todo», agrega.
Continúa: «Si vamos o no a hacer música está por verse, pero tengo esperanza; así como lo piensas, haces que las cosas ocurran, conectando a la gente en una forma verdadera. El futuro es brillante, no estamos separados, nunca lo hicimos. Mantengan sus dedos cruzados».
Palabras que se condicen por lo expresado por él mismo semanas atrás: «Todavía somos una banda, y podríamos tocar nuevamente. No tenemos nada programado en este momento, pero nunca se sabe lo que pasará en el futuro». Palabras de similar indole a las dichas por Zack de la Rocha en 2010 a La Tercera sobre las posibilidades de grabar un nuevo álbum: «Muy buena, estamos todos más grandes y maduros y ya no caemos en los problemas que nos enfrentaban hace 10 o 15 años. Esto es distinto y lo proyectamos mucho: estamos trabajando en un nuevo álbum que saldrá el próximo año, quizás para el verano del hemisferio norte».
El último show de Rage Against the Machine tomó lugar en L.A. Rising 2011, y según las propias palabras del citado Commerford, fue el último show de la banda. No obstante el año pasado precisó sus declaraciones apelando a que la incertidumbre siempre es parte de ellos: «puede ser mañana, o en 10 años más».
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