Dos de las bandas que fueron invitadas a participar en el festival SXSW en Austin, Texas, se presentan este miércoles 9 de marzo en el Bar Loreto como despedida a su viaje por Norteamérica. Se trata de Spiral Vortex, y la propuesta artística de Boraj.
Spiral Vortex es la banda de los hermanos Sebastián y Maximiliano Aylwin, quienes se encuentran promocionando su nuevo EP que incluye el single “Geometry”, grabado en el Rubber Tracks Santiago, el estudio que organiza Converse, 3 veces al año, para apoyar bandas y artistas locales de proyección. La banda formó parte de la segunda camada de Rubber Tracks Santiago y trabajaron con el productor Pablo Giadach.
Boraj por su parte acudiendo a recursos escenográficos, audiovisuales, cinematográficos y teatrales, pretende entregarle a los oyentes la posibilidad de vivir una experiencia significativa y profunda, de modo tal que puedan vincularse no solo con la música, si no que también con ciertos conceptos y sensación es que la banda intenta transmitir.
La naturaleza, el ser humano, el amor, la aventura y por sobre todo la vida, son algunos de estos conceptos que configuran el contenido central del proyecto. El grupo proviene de la ciudad de Santiago y se formó como banda el año 2014. Actualmente son 7 los músicos que contribuyen con su talento y energía para presentar estos sonidos en vivo.
Riffs sin respiro
Perrosky que también sacó pasajes fuera del país, se presentará el jueves 10 del presente mes. El conjunto ha sido el nombre de un solista, un dúo y hasta de un trío, pero sin lugar a confusiones, es una marca registrada de rock y blues a la chilena.
Alejandro Gómez, bautizado por sus amigos como Perrosky, se trasladó de Copiapó a Santiago a fines de los 90 para estudiar composición en la Escuela Moderna de Música. Mientras intentaba descifrar partituras y escribir para conjuntos de cuerdas, componía canciones que registraba con guitarra acústica y armónica en una precaria grabadora de cuatro pistas.
Establecidos en una antigua casa de Providencia, los hermanos Álvaro y Alejandro Gómez fundaron el 2000 el sello Algorecords, que sería determinante en la carrera de varias de las bandas más relevantes del rock chileno de los últimos tiempos. A través de esa etiqueta, Alejandro editó el 2001 las canciones que había acumulado durante un par de años. El debut, en formato casete, se tituló Añejo. Tras la aparición del primer registro, Alejandro Gómez abandonó la universidad y comenzó a presentarse en vivo, pero al poco tiempo se dio cuenta de que necesitaba entregar un show más poderoso, por lo que sumó a Álvaro en la batería y pasó de la guitarra acústica a la eléctrica.
Entradas a la venta en puerta del recinto por un valor general de $4.000.