“Su Último Deseo” o “The Last Thing He Wanted“, es la última novela de ficción de la fuerza literaria femenina Joan Didion, la cual se inserta como un thriller político pregnante y complejo en sus redes de conspiración. Intensa y delirante, esta historia nos envuelve en los intrépidos caminos de Elena McMahon como protagonista, quien nos asedia con decisiones implacables unidas por una pluma infinitamente temeraria.
Esta es una historia en donde nuestro central eje es nuestra personaje femenina, Elena McMahon, que deja su destacado trabajo como periodista de prensa itinerante en la campaña presidencial estadounidense de 1984 para cuidar a su anciano padre tras la muerte de su madre. Con el tiempo, se ve envuelta en el negocio de su padre, que es el comercio de armas para el gobierno de los Estados Unidos en América Central.
Desde aquel punto decisivo en su carrera, Elena se ve envuelta en una perturbada red de tráfico y poder, la cual la lleva a trampas, encrucijadas tanto políticas como emocionales. Tenemos el versus entre sus propios deseos y las pretensiones de su padre moribundo respecto de su quehacer y responsabilidad como hija.
La novela como narrativa es muy interesante, ya que pretende ser de un ritmo rápido en un conteo de páginas reducido. Hay poca exposición, ya que se cuenta en una vista limitada en primera persona, desde la perspectiva de Elena. Aquello justamente, se menciona explícitamente al principio de la novela, que es una forma interesante de romper la cuarta pared de la narrativa thriller en la que estamos inmersos. El estilo de escritura entrecortado y rápido desarrolla en los lectores, un sentido de urgencia. Nos hace correr por pasillos intentando seguir el ritmo inalcanzable de la historia, que nos recuerda a un entrevistador que intenta obtener una primicia en movimiento, tal como Elena habría atendido en su propia carrera despachada.
La exposición está interrumpida con frecuencia por ráfagas de monólogos internos, que muestran el marcado sentido de claridad de Elena sobre los individuos y las acciones de la novela; particularmente en lo que respecta a su padre, a quien identifica como descuidado y frustrante, además de corrupto. Las percepciones de su psique atraen al lector y lo obligan a observar la acción a través de los ojos del protagonista, siendo esta una historia entonces que se cuenta a través de pensamientos y sentimientos más que una propia descripción parcial de los hechos, algo así como lo que logró Sally Rooney en “Normal People” dos décadas más tarde.
Hay un real sentimiento de nostalgia que corta las elaboradas líneas de Didion, Elena describe cómo la hace sentir la casa de su padre, cómo le recuerda a todos los demás lugares donde vive, pero no entra en detalles sobre cómo es. Aquello esboza el ambiente que nos propone la escritora, como una novela en movimiento, jamás estática. En este sentido, cómo nuestra personaje expresa sus pensamientos y sentimientos más que las descripciones y exposiciones reales, le otorgan otra forma de cercanía al ávido lector que recorre cada palabra; su frustración y fatiga son nuestros sentimientos por un poco más de 200 páginas.
Didion logra en esta obra particular, imponerse como una escritora, además de versátil, imponente y meticulosa al armar un plot complejo no sólo en sus redes de engaño, sino también en su evocación emocional. Si bien, nuevamente la traducción de Javier Calvo nos desprende de la real pluma de Joan Didion, la barrera de lenguaje y traducción aún logran desentramar una lectura tensa y pasmosa. “Su Último Deseo” es el encuentro con la novela ágil, que se desprende como thriller político para hablarnos de los entrañados caminos de una mujer coloreada por la responsabilidad familiar versus sus propias ramas de deseo.
Si bien el libro fue lanzado en 1996, este octubre del 2020 se lanzó una nueva edición de “Su Último Deseo“, la cual la puedes encontrar bajo el alero del sello Literatura Random House.