Es bastante curiosa toda la atención que se ha echado encima Tame Impala en los últimos meses. Tras la edición del largamente esperado Currents, el conjunto australiano ha sabido mover sus fichas. Y si bien su tercera entrega abandonó esa psicodelia de fines de los sesentas que tan bien los caracterizaba, Kevin Parker y compañía saltaron poco más de una década en el tiempo y lograron un sonido con destacados tintes pop. Ello le valió decenas de reconocimientos alrededor del globo y entrar en el temido mercado del “mainstream”.
A acercamientos con Rihanna —quien incluso les realizó un cover— y varios productores altamente cotizados mundialmente, ahora le sumamos una posible colaboración con la princesa del pop: Lady Gaga. La información llegó luego que Mark Ronson, con quien Parker trabajó en su último álbum, publicara una foto en Instagram donde se les ve a ambos en lo que parece ser un estudio de grabación.
Todo indica que la colaboración se concretaría en la cuarta producción de la diva, la cual estaría disponible a fines del próximo año tentativamente. “Bueno, ahora estoy trabajando en mi nuevo álbum. Estoy bastante feliz de estar una vez más en el estudio, y tener un increíble equipo”, dijo Gaga en la alfombra roja de los pasados premios Oscar.
Pero otra posible arista es que Gaga y Ronson estén participando en el próximo álbum de Tame Impala. Recordemos que en la pasada ceremonia de los Australian Music Prize, Kevin le comentó a un periodista de Sydney que ya había empezado a trabajar en el cuarto disco del conjunto. El proceso se lleva a cabo en su propia casa, lugar donde grabó Currents y parte de anteriores producciones; un refugio que si bien no cuenta con tecnología de punta, lo hace sentir en extremo confortable.
Algo curioso si analizamos que el proceso creativo de Currents fue de largo aliento. No debemos olvidar que el conjunto formado en Perth, Australia, se mete al estudio sólo cuando así lo siente necesario. Para después no volver en un buen tiempo: “La verdad es que el disco me agotó. Estoy viviendo una montaña rusa emocional desde que salió. Igual me pasó algo muy raro: en general, cuando termino un álbum, soy incapaz de volver a escucharlo al menos durante un año, porque solo puedo verle los errores. Pero con Currents fue diferente. Pude volver a sumergirme en él solo algunas semanas después de la edición. Es la primera vez que un disco me da tanto placer”, concluyó.