Por Lily Molina
El grupo australiano liderado por Kevin Parker ha venido en tres ocasiones: debutó en agosto de 2012 en Chimkowe, donde los nacionales Föllakzoid abrieron el memorable concierto, en octubre del año siguiente volvieron al mismo recinto y en noviembre de 2014 fueron parte del Festival Primavera Fauna. Y ahora, tendremos nuevamente la oportunidad de verlos a las 7:15pm en el VTR Stage para la sexta edición del Lollapalooza Chile promocionando su tercer y aclamado disco “Currents”.
Antes de “Currents” Tame Impala podía ser más creíble. “Lonerism” e “Innerspeaker” son álbumes más flexibles, como discos orientados a las guitarras que se siente como el resultado de una difusa colaboración entre múltiples actores, aunque con Parker en las riendas. “El hecho de que sonara como una banda era solo una decisión mía para tratar que sonara como una porque yo estaba totalmente involucrado en la música de la banda”. “Pero nunca grabamos como una banda, siempre he sido yo” explica Kevin Parker.
“Currents” marcó la preparación de Parker para ser dueño de su papel de líder. Quizás simplemente no era posible mantener la pretensión: a pesar de la cantidad de sonidos en “Currents”, cada canción suena tan cohesiva que solo podría ser hecha por una persona. Los teclados, sintetizadores, guitarras, lo normal sería no poder encontrar diferencia, algo que en realidad no importa. Flujo y reflujo ondulan y desaparecen. “LetItHappen”, uno de los temas de este disco, es un ejemplo de algo realmente notable, y esa es solo la primera canción. “Currents” aún no es apreciado como corresponde y hace pensar que Parker decidió ciertas cosas con el disco que podrían haber sido vetadas de este trabajo si hubiesen tenido una segunda opinión.
Y lo que ha comentado Parker sobre la producción de “Currents” una suerte de tensión entre su paso al frente en el punto de mira y la inseguridad que sigue su proceso creativo. Por un lado, Parker solo pudo estampar su autoría sobre “Currents”al alcanzar un cierto nivel de confianza para ser miembro de una banda. “Siempre fue esa seguridad para esconderse detrás de cinco tipos y decir ‘todos hicimos esto. Si resulta ser una mierda, no es mi culpa solamente’” según Kevin. Estaba listo para aceptar el sello que rechazó, pero que secretamente identificó por años. Su biografía en el sitio oficial de la banda es absolutamente claro respecto de la procedencia del álbum: “Currents” fue escrita, realizada, producida y mezclada por Kevin Parker”. Escrito así, como con mucho orgullo.
Pero es difícil liberarse de viejas neurosis, y cualquiera que haya analizado las letras de Tame Impala sabe que Parker tiende a permanecer demasiado tiempo en su propia mente. Según Kevin la oportunidad de hacer “Currents” solo agregó una completa dimensión de crisis nerviosas”. A menudo se cerró en su perfeccionismo y ansiedad pensando que no era algo de qué preocuparse. Observaba detenidamente “Currents” concluyendo: “Aún pienso que este disco es completamente inaudible”.
Pero como muchos seguidores de los australianos hay una parte entusiasta y sin complicaciones que se niega a entregarse al autodesprecio de Parker. No se puede dudar que es un músico talentosísimo que hizo un disco que cumple tanto para la creación misma como para el oyente, entonces la pregunta es, ¿por qué Parker simplemente no acepta el calificativo de estrella de rock que claramente merece? Al mismo tiempo es difícil entender cómo la inseguridad y la confianza pueden mezclarse en un mismo propósito. Saber que eres bueno en lo que haces y querer poner tu nombre en tu trabajo es algo normal,pero la arrogancia no está muy de moda actualmente, y para toda la agonía que induce, aún se cree que la inseguridad actúa como un regulador de calidad que te mantiene en un lugar modesto donde siempre hay oportunidad de mejora. Es una lucha creativa contemporánea con la que cualquiera puede identificarse, ya sea escribiendo una novela, practicando un deporte o preparando un álbum que define una carrera.
Es también una lucha para los seguidores de Tame Impala ver a Parker lidiar con eso. La música que hace tiene un grado de intención de lo mucho que el hombre se preocupa por su trayectoria elegida como músico. Es un compromiso que ha establecido Kevin con una firme oposición al estilo elitista y al rock más snob. Y así dio,por ejemplo, un paso al R&B e hizo 3 canciones con el productor pop Mark Ronson, como también ha escrito y hecho covers con Kylie Minogue.
El desagrado de Parker para los limites se extiende a su fría postura en los debates actuales sobre cómo se les paga a los artistas por su arte. “Si alguien dice ‘Hey, amo tu disco, pero lo descargué gratis’, yo estaría como ‘Bien, eso está bien’. Quizás no tiene el dinero para comprar el álbum, pero si él lo escucha ya es algo importante en mi. Eso es lo único por lo que puedo pedir. No quiero sus 20 dólares”. “Se habla tanto sobre el valor monetario que necesita la música, esta propiedad de la música, incluso de que necesita una forma física, pero intrínsecamente es música, así que debería ser mejor que eso” comenta el guitarrista.
Parker rechaza muchas de las tendencias que tiene la música actualmente, un lugar y una época donde se espera más de la música que de los músicos. Y la verdad es que queremos músicos que consideren temas extra musicales igual, ya sea económicos, servicios de streaming, feminismo u otros problemas sociales. Sus políticas y ética son para un escrutinio mayor. Y más que nunca se les pide perfección a las figuras del entretenimiento, o al menos no ir en contra de la corriente. Y en ese ambiente el líder de Tame Impala viene a ser un anticuado, irrisoriamente idealista y a veces irresponsable. Sin embargo, su singular enfoque sobre la música y su permisividad a casi todo lo demás es algo que sin duda refresca a la industria. Tame Impala es una banda que escuchas para resguardarte en la psicodelia, lejos del demandante y agotador mundo moderno. Y un escape a esas presiones sería el Lollapalooza Chile para su primera jornada de su sexta edición.