La historia del rock and roll está llena de conflictos de pareja en donde los egos, los celos, los innumerables kilómetros en la carretera, el dinero, el amor y las drogas producen una alquimia en el ser humano que generan resultados artísticos devastadores y elocuentes. Nadie es mejor que el dúo parece ser la consigna en The Last Shadow Puppets; sin embargo, luego de su “Everything You’ve Come to Expect”, su primer disco en más de ocho años, nada parece ser suficientemente real en el par británico, todo es una broma, de mal o buen gusto, pero broma al fin y al cabo.
Lo nuevo de Turner y Miles o Miles y Turner llegó en el momento exacto; un disco sonoro de once canciones que parece recorrer películas de terror de los años setenta pero a la vez un álbum sublime con delicadas piezas armonizadas en los mismísimo estudios Shangri-La en California.
“Everything You’ve Come to Expect” no es superior a “The Age of the Understatement” y jamás estuvo interesado en serlo. Lo nuevo de la banda carga la bandera que el propio Turner le impregno a toda la discografía de los Arctic Monkeys; “jamás repetir un disco por muy bueno que este allá sido”. Los que esperaban una continuación de su debut de 2008 esperaron en vano. En ningún caso era una posible apuesta, funciona desde otro lado de la galaxia y con un eje musical completamente diferente.
El álbum es bueno. Con una “Aviation” introductoria y que limpia de todo mal aquellos que esperan que el sonido vintage desaparezca y vuelva a relucir una orquesta sinfónica del primer mundo de la música. Un tema sublime a cargo de un Kane que tiene la dura tarea de mantenernos alerta del primer gran golpe y que llega bajo el ala de un Turner al mando de “Miracle Aligner” y ves que los signos de pregunta jamás desaparecieron. Este Lp no es lo que esperábamos ni menos una continuación de su debut.
A la larga, al final del disco, luego de pasar por “Bad Habits”, “Dracula Teeth” o “Sweet Dreams, TN” entiendes que el trabajo jamás formó un todo unísono tal como “The Age of the Understatement”. ¿Para qué esforzarse tanto en un segundo disco sí el tiempo finalmente corre de tu lado? Lo nuevo de los Arctic Monkeys no parece llegar pronto y un segundo disco de las marionetas de la sombra parece mucho más factible y prometedor.
“Everything You’ve Come to Expect” consigue, de alguna manera, sonar orgánico, libre, vivo, en vez de una cosa postmodernista completamente fechada que uno supondría. Más bien, lo que consigue es ser uno de los mejores discos de lo que va del año, una obra maestra caleidoscópica que suena a todo y a nada al mismo tiempo. Un trabajo lleno de preguntas, de lamentos, de “The Dream Synopsis” y otro tipo de confesiones que emergen desde la oscura mente de un Alex Turner que, nuevamente, supo mutar y escribir una nueva página del mundo de la música.