No requiere más de dos segundos encontrar la definición de hype en internet: “hipérbole es un tropo que consiste en exagerar, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado, de tal forma que el que reciba el mensaje le otorgue más importancia a la acción en sí y no tanto a la cualidad de dicha acción”. Y es que el concepto ya es bien conocido en el mundo de la música, especialmente vinculado a los lanzamientos disocgráficos. Integrantes de una determinada banda prometiendo un sonido revolucionario y/o consistente en la prensa, es pan de cada día. La expectación en la mayoría de los casos alcanza niveles insospechados hasta que el trabajo llega a los oídos del mundo. Si generalizamos la palabra “decepción” parece ser la más adecuada.
Pero el más reciente caso excepcional de lo recientemente dicho fue Red Hot Chili Peppers. Cuando estaban en el estudio en los primeros bosquejos de su undécimo álbum advirtieron con énfasis: “Danger Mouse (productor) nos está llevando a la siguiente generación, a un sonido revolucionario”. El resultado se vio hace unos días bajo eñ nombre de Dark Necessities, The Getaway, y ahora más recientemente con We Turn Red. ¿Conclusiones? No hay lugar a dudas, estamos ante una propuesta fresca, consistente, y abrazando el espíritu tan marcado de los oriundos de California.
A diferencias de sus antecesores, We Turn Red nos remonta a los “Chili Peppers” más clásicos; rock abrazando el funk en justa medida con riffs acelerados y guitarras estruendosas. Nada que envidiarle a sus clásicos de antaño.
The Getaway contó con dos gigantes cuando de producción hablamos: el citado Danger Mouse y Nigel Godrich, considerado el “sexto Radiohead”. 13 canciones que prometen efectivamente posicionar al conjunto en un nuevo nivel, del cual tanto se alejaron en sus últimas producciones.
Anthony Kiedis anteriormente había dado cuenta del frenético ritmo que llevaban en el estudio: “habíamos escrito dos docenas de canciones antes de que él llegara, pero él dijo: ‘Vamos a mantener algunas, pero escribamos un montón de nuevas canciones en el estudio’. Nos mirábamos unos a otros como diciendo: ‘ Ya escribimos las canciones, hermano”. Y él: ‘No, me gusta escribir otras nuevas en el estudio’. Así que, en honor a albergar este nuevo proceso, escribimos todas las canciones nuevas, y fue buena cosa hacerlo. Las canciones son tan buenas como cualquier cosa que hayamos escrito antes”.
Declaraciones que coinciden con lo dicho por Flea el año pasado, que afirmó se encontraban en un proceso creativo absolutamente lucrativo. Además vitoreó que la producción tendrás más funk y un ambiente netamente bailable.
Chad Smith también tuvo tempranas apreciaciones del registro a principios de 2015: “El álbum está tomando buena forma. Tenemos muchas canciones y estamos trabajando con un productor que nos reta mucho a encontrar nuevas formas de hacer música. Hemos escrito y grabado de una forma en que nunca lo hemos hecho antes, así que el disco va muy bien. Tenemos altas expectativas que despegarán, y haremos algo muy diferente y único para los Red Hot Chili Peppers”.