“Amy“, el largometraje que narra la vida y obra de Amy Winehouse se metió en uno de los tantos capítulos de la historia cultural contemporánea. La obra producida por James Gay-Rees se convirtió en la segunda que más dinero ha recaudado en la historia del cine británico, y la primera en temática musical.
Con cerca de 3 millones y medio de libras esterlinas recaudadas, “Amy” pasó por sobre “Senna” (3. 17 millones) y “March Of The Penguins” (3.3 millones). Por ahora la única producción que la ha superado es “Fahrenheit 9/11” del polémico Michael Moore (6. 5 millones).
“Sentimos como si el país se hubiera enamorado de ella de nuevo y es muy gratificante haber ayudado a crear una imagen más completa de alguien que era tan masivamente mal entendida cuando estaba aquí. Ha sido un gran honor haber tenido la oportunidad de contar su historia”, explicó el mencionado James Gay-Rees.
Asif Kapadia, director del film, explicó hace unos días a NME que una de sus intenciones era generar un sentimiento de culpabilidad en sus espectadores: “La gente que ve la película tiende a sentirse un poco culpable. Una lectura de esto es que se nos metió en la cabeza que podíamos intimidar a esta chica, o unirnos para reírnos de ella, porque ella no contestaría y no tenía a nadie a su alrededor que parecía importarle”.
El film en sí es una pieza invaluable de la fallecida cantante jazz. Por ejemplo, salen videos exclusivos en donde Amy pasaba navidades y otro tipo de fiestas con su familia, un lado pasional por la música y lo que significó para ella y como no, la descontrolada relación que tuvo con su ex esposo, Blake Fielder-Civil.
¿Motivo del éxito? No jugar con tantas luces (como “Cobain: Montage of Heck”), ser una sincera e pulcra pieza y, situar en todo momento a los espectadores británicos, como protagonistas del ascenso y caída de la artista fallecida a los 27 años.