Noviembre, 1986. El intenso viaje de tres amigos finalmente encontraba un sustento sonoro. Luego de haber pasado por el country y hardcore punk, Beastie Boys editaba su álbum debut, uno donde el descontrolado uso de samples y manifiesto del sentir adolescente norteamericano se hicieron presentes. Licensed to Ill llegó a las tiendas y a las semanas era una revolución: fue la primera producción de rap en encabezar la Billboard 200, y a la fecha ha despachado más de 9 millones de copias alrededor del mundo. 30 años se cumplen de este suceso en este 2016, y los de Nueva York preparan sus correspondientes festejos.
Y es que el próximo 14 de octubre, el clásico largaduración va a salir directo de las cintas máster originales en vinilo de 180 gramos, otorgando así una fidelidad sonora de alta calidad. La placa fue co-producida por Rick Rubin y el propio trío, y llevaba clásicos absolutos como (You Gotta) Fight for Your Right (To Party!) , No Sleep Til´ Brooklyn, Girls y Brass Monkey.
En un comunicado de prensa, el perspicaz Chuck D afirmó: «La llegada de ‘Licensed to Ill’ en 1986 allanó el camino de la legitimación del Rap en las masas estadounidenses y estableció el barómetro en todo el mundo en el formato de álbum de género. Este disco también expandió la diversidad del hip-hop permitiendo que ‘Takes a Nation’ de Public Enemy fuera su antítesis».
El tremendo éxito de su debut derivó en polémicas giras y sugerentes shows en vivo que incluían strippers danzando enjauladas, MCA lanzando chorros de cerveza, mientras el «logo de Volkswagen» colgando como collar de Mike-D motivó una «ola de delincuencia juvenil» de personas atacando automóviles de la compañía alemana por toda Inglaterra; suceso que incluso fue plasmado en un episodio de la popular serie The Simpsons. Por aquel entonces tuvieron como DJ a un miembro de Original Concept y parte del stuff de Run-DMC a Wendell Fite alias «DJ Hurricane».
Esta suerte de estatus de ‘descontrol’, les sirvió para alimentar su estatus de «Rock stars». Meses después los Beasties se enfrentarían a graves fricciones con su sello Def Jam y especialmente con Russell Simmons por «contratos impagos» y mala gestión de royalties, lo que los llevó a comienzos de 1988 a retirarse de la compañía discográfica que albergaba también a estrellas del cada vez más popular mundo hip hop como LL Cool J, Public Enemy y Slick Rick con quienes compartieron escenarios de EE UU, Europa y Japón en el «Def Jam Tour» de 1987.
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