Hablar de Brutus es comenzar a hablar de una de las bandas más grandes que tiene la escena europea en los últimos años. Formados en Noruega por el 2007 y basados en recrear el blues pesado de los 70’s, Brutus logró consolidarse como una de las bandas con más nombre y mejor discografía dejando en el pasado a dos obras maestras como su homónimo álbum y el “Behind The Mountains”. Este 2016 regresan con “Wandering Blind” y lo único que podemos esperar es una buena cuota de rock ‘n’ roll.
“Wandering Blind” comienza este álbum ofreciéndonos esos riffs orientados del blues y del rock pesado, con toda el alma de las escalas pentatónicas enganchan este manjar de solos y melodías vocales. A lo largo de los años, Brutus nos logró ofrecer canciones que sin duda se quedaron en nuestra cabeza como el “Reflections” o el “Blue Pills” del “Behind The Mountains” o los “Feel Free” y“Swamp City Blues” de su homónimo álbum y seguiremos encontrando piezas de ese calibre como “Drowning” y “Axe Man”, las siguientes dos piezas que siempre son bien acompañadas con un vaso de cerveza al lado y en donde la distorsión y el heavy blues se adueñan de este cuarto negro y rojo.
“Whirlwind of Madness” saca el lado más soul de la banda ofreciéndonos un blues suave y distorsionado, fuzz y majestuosa virtud de la guitarra que suelta nuestra alma hacia un mundo en donde los paisajes paradisiacos no paran y nos encontramos con temas como “The Killer”, “Blind Village” y “Creepin”, 3 piezas de perfección nata, riffs y graves del bajo que congestionan nuestros oídos para que los agudos solos suelten más excitación en nuestra cabeza.
“My Lonely Room” y “Living in a Daze” cierran este último álbum de Brutus, 46 minutos en donde estos noruegos nos vuelven a enseñar la calidad de bandas que exporta el retro rock, épocas modernas en donde bandas como estas siempre te recordaran que la buena música sigue vigente.
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