Intensas y agitadas noches vivía Santiago de Chile durante los noventas. Existía un público demandante de nueva música y estilos, pero la oferta no abundaba en lo establecido, ya que Chile venía recién saliendo de la dictadura de Pinochet. Desde el underground, los sonidos electrónicos fluían con fuerza y las fiestas Barracuda – que organizaba el músico y arquitecto, Christian Powditch– eran el cónclave del beat al ritmo del house, que algunos personajes de la época la catalogaban de rave.
Dentro de ese paisaje, nació la simbiosis argentina-chilena Plan V, el proyecto que fusionó a artistas, melómanos y a un arquitecto dentro de la formación, en donde Gustavo Cerati se alejó de la distorsión y guitarras, y encausó sus ideas en dos placas- hoy consideradas de culto- donde se estableció en Chile y nació en los estudios Background en Providencia.
Christian Powditch, amigo cercano de Gustavo Cerati, le abrió sonidos desde los inicios de su amistad, eco que tuvo repercusión en el álbum Amor Amarillo de 1994. Un recorrido por océanos electrónicos que Cerati desconocía, mostrándole discos y vinilos. Y fue ese el nexo donde crearon una amistad indestructible. En jams nocturnas nace Plan V, en un semi-estudio que tenía Cerati en su casa de Las Condes.
5 shows realizó el cuarteto: dos en Chile y tres en Argentina que dieron vida a una promoción donde se prevenía el pronunciamiento publicitario en torno a la ex figura de Soda Stereo. Cerati solo quería sentirse tranquilo dentro del cuarteto y aportar en esta nueva ruta cargada al ambient.
Al teléfono, el ex integrante de Plan V y actual miembro del dúo Bitman y Roban, Christian Powditch.
Cuál fue el gen para decir: “juntémonos y hagamos algo?
La verdad el gen de eso es que yo era muy amigo de Guillermo Ugarte, Andres Bucci y Gustavo Cerati, y había tocado con ellos en situaciones de bajo perfil y se dieron las condiciones. Justo se habían comprado un teclado que querían usar. Además, les había armado el estudio a la banda Los Mismos en la disquerías Background de Hugo Chávez, y el lugar físico estaba para llevar nuestros instrumentos. Hicimos eso y rápidamente salió el primer disco de Plan V “Hábitat natural”, que fue llamativo para la época- te hablo del año 1996-, y Sudamérica todavía estaba en pañales con respecto a la música electrónica, a excepción de Chile. Pero llamó la atención y sigue llamando la atención ese disco en el presente. Me siguen escribiendo de todas partes del mundo para preguntarme qué fue de este trabajo. Fue fundamental en países como México, Argentina y Colombia para el comienzo de la música electrónica en esos países.
Sabían lo que querían cuando los ensayos tomaron fuerza o solo fue tema de improvisar y ver qué sale? La prensa los tildaba como una mezcla de sonidos entre house y ambient…
La verdad que house nunca fuimos. Tratamos alguna vez, pero no se nos daba (risas). Simplemente la defino como música electrónica que ya estaba, mucho más allá de un estilo. No pretendíamos hacer bailar a la gente. Tiene ritmo y todo, pero es solo música electrónica sin tanta carátula.
Según reportes de medios argentinos de la época, Gustavo Cerati se mostraba feliz y cómodo con haber soltado la guitarra un rato para darle paso a los beats.
Es uno de los músicos mas increíbles que hemos tenido por estos lugares. No tenía problemas en tocar música electrónica, heavy metal o tocar cualquier instrumento: desde una ocarina hasta una batería. Tenía talento sobrenatural y, que obviamente, más allá de la música electrónica, sigue teniendo los mismos códigos de una banda pero de manera diferente. Pero el talento de ese cabro era infinito. Su sello dentro de esta banda que hicimos es que le encantaba esto de las máquinas y estaba recién empezando a entender que en realidad la artesanía o el virtuosísimo por sobre un instrumento puede no lo fuera todo, pero también que un instrumento tenga puros botones, no hay tanto virtuosismo. Aparece otra cosa que es no es tanto la forma, sino es el fondo. Es algo más conceptual. El sonido que puedas tener sobre tu instrumento, ahora ya ves cuál es el mensaje detrás de esa música.
Plan V que artistas tuvo de referencia?
En el ‘96 escuchábamos a Ordo, Orbital y Black Dog, con quienes hicimos un disco. Ellos eran las estrellitas de la electrónica, y se dieron cuenta que tenían un problema muy grande: se dieron cuenta que tenían publico, pero no rostros. No habían figuras. Empezaron a inventar grandes grupo y nombres para poder comercializar, con el concepto antiguo del rock que desapareció. A la industria le costó entender esta nueva corriente de música electrónica: que tu la bailabas solo o con muchas personas porque se trata de bailar. Que no solo estaba la pista de baile, sino que también tu casa o un taller donde trabajas, pero no hay rostros ni escenarios ni rockstars. Le costó mucho a la industria entender este tipo de música.”
El papel de Cerati en la banda era tal cual como se realizó la promoción en el suplemento Sí de diario El Clarín: sin destacarlo como el rock star que venía saliendo del término de su ex banda y ser uno más.
A Gustavo le encantaba la situación Plan V porque era uno más. Aportaba en la misma medida que todos. No tenía la presión ni carga que tenia en Soda Stereo o en casi toda su producción musical. Acá era todo mas underground, sin la constante presión comercial. Tenía espacio de libertad y lo apreciaba, espacio que no lo encontraba en sus proyectos personales que tienen que mucha demanda comercial.
Fueron pretenciosos con lo que estaban realizando?
Uno es poco pretencioso con lo que hace. Nadie se imagino la repercusión que iba a tener este pequeño disco que haríamos en Background, que después muchos artistas de otros lados del continente han dicho no sabes lo fundamental que fue escuchar una persona como Cerati haciendo ese tipo de música en Chile.
El nacimiento de su primera placa “Hábitat natural” nace de sesiones jam.
Nos juntamos en la Background y hicimos jamming. Después Gustavo se tenía que ir de gira y me dijo: “quedáte acá, editálo un poco y nos juntamos en Buenos Aires”. Le puse voces sonidos, les di formas a los temas, pulí las cosas en Santiago y se lo llevé a Buenos Aires. Le encantó. Le hicimos muy poca producción. Incluso trabajó Eduardo Bergallo en Hábitat natural. Nadie se esperaba mucho de ese disco, sobre todo lo que sucedió años. Hábitat natural es medio de culto. Lo he encontrado en páginas de comercio online que lo quieren adquirir a doscientos dólares, donde he visto a gente de Finlandia peleándose el disco. Es curioso”.
Los discos, ¿dónde se pueden comprar?
No están en ningún lado. Está la idea de reeditarlo en vinilo y cosas así; pero el tema de Gustavo es complicado por el tema de la editorial y todo el cuento. Nos han ofrecido reeditarlo pero no están fácil, pero lo lograremos: ese disco no va a desaparecer, ese disco quiere revivir. Ojalá antes de fin de año. Hablaré con Benito y con Cecilia para conversar sobre algunas cosas.