Descubrir un tesoro, hallar un diamante en bruto, encontrar una voz divina y femenina para el jazz, estilo musical atípico en nuestro país y poco desarrollado por ellas. Paz Court estaba en plena adolescencia cuando en una clase de canto de la Escuela Moderna, Pablo Lecaros vio mucho más que una joven promesa. Desde ahí que el bajista y compositor chileno de este estilo amante del saxofón, pasó a ser “El Padrino”.
Una voz dulce tomó las riendas de “Jazzimodo”, banda que mezcló la electrónica con jazz y de la que Court fue frontwoman, desde 2005 hasta 2011. Fue con el respaldo del nombre de este grupo que se presentó en el Festival de Viña del Mar para el Bicentenario, donde defendió el tema “Rock del Mundial” con una versión bastante moderna. La banda se disolvió, lo que no implicó que la carrera de Paz llegara a tope. El 2009 formó parte de Tunacola, una agrupación de technotronic donde la oriunda de Linares estuvo hasta 2012.
Es imposible no asimilar a Paz con el jazz. Este clásico estilo musical es parte de su vida desde los 14 años. A pesar de no ser un género muy carácterístico de nuestro país, la cantante dice que “la mayoría de los estilos que hoy tocamos no son de Chile, pero sí han podido hacerse propios a través del trabajo de los músicos nacionales. Esa es la magia de la música”. A diferencia de otros artistas nacionales, en el jazz encontró un lenguaje que le ha enseñado a jugar, lo que ha sido fundamental para el acercamiento personal con lo que hoy es su carrera. Sus mayores influencias van desde Devendra Banhart, pasando por Alabama Shakes, Nat King Cole, Javier Barría y Celia Cruz.
Si bien es importante recalcar de dónde proviene esta cantante de pop-jazz-electrónica de 31 años, hablar de la Paz Court actual nos lleva a otros puntos que hoy la tienen bajo la lupa por su carreramás solista, a pesar de contar con su propia banda (La Orquesta Florida). El año pasado, el diario online El Mostrador la catalogó como “una de las cantantes más versátiles y activas de la escena chilena en los últimos años”, título que probablemente se llevó con creces luego de luchar con el complicado escenario artístico chileno desde hace 18 años. “Es difícil vivir del arte en Chile, resaltar ya es otra cosa”, asegura la intérprete.
Cantantes chilenas que hablan de amor y desamor hay muchas: Camila Moreno, Javiera Mena, Nicole, Francisca Valenzuela, MonLaferte, entre otras. Por lo mismo, el mercado da para pensar que las oportunidades para relucir son escasas, que diferenciarse es un desafío de grandes magnitudes. Frente a este escenario, Paz comenta que “no veo por qué yo no podría pasarme la vida entera hablando de amor y alegrando a la gente si eso es lo que es genuino en mí”. Al igual de lo que muchas de sus colegas piensan, la única manera de diferenciarse “es atreverse a ser uno mismo y quitarse todas las ideas preconcebidas de lo que debiera ser”. La reflexión es “buscar hacia adentro, no hacia afuera”.
El poder de las redes sociales
Para cualquier artista, sea del género que sea, las redes sociales cumplen un rol fundamental en su carrera. No es porque al descargar Instagram logran llegar a notas más altas, ni porque al cambiar la foto de perfil aprenden a tocar un nuevo instrumento. Más bien es la vitrina que éstas proporcionan. Es a través de las redes sociales y las plataformas digitales donde actualmente cantantes de nicho pueden estar arriba de un escenario constantemente, sin la necesidad de tener un disco bajo la manga.
Paz Court no es la excepción. Para ella, Internet es fundamental: “Logré financiar el sueño de la orquesta propia gracias a un crowdfunding que fue trabajado netamente por redes sociales”. Este mecanismo es, básicamente, la colaboración monetaria voluntaria de los oyentes y espectadores de Internet, quienes apoyan – y apuestan- por un proyecto al que le tienen fe y del cual quieren ver frutos. “Hay un vínculo potente que se ha desarrollado gracias a esto, donde mi público sabe que cuenta conmigo y yo con ellos, en una relación cercana y cotidiana de necesidad mutua”, explica Court.
Prepárate para verla en el próximo Lollapalooza 2017, evento musical donde cantantes y bandas clásicas y emergentes tienen el espacio para mostrar su arte y conquistar la cima de la música, local e internacional.
Tienes videos clips con apariencias de “épocas antiguas”, tu estilo tiene un sello también muy “pin up”, mientras hay otros que son muy coloridos. ¿Es el desarrollo de un personaje? ¿Es la huella que estás dejando con tu música? ¿Es la habilidad de hacer música y teatro?
Siempre me ha interesado poder transmitir lo que quiero decir mucho más allá de la música. Retratar el propio universo de todas las formas posibles e invitar al público a un viaje , a conectarse con la emoción , la belleza, lo mágico, lo sutil. La música me ha dado la oportunidad de juntar varias cosas que me gustan y expresarme a mis anchas a traves de diversos otros lenguajes como es la estética, el baile y la actuación. Cada proyecto mío ha tenido un personaje distinto según lo que la música pida. De todas maneras creo que lo vintage es un hilo conductor en todo esto. Los años 40 y 50 son un gran referente para mí y mis creaciones.
¿Qué te parece que festivales como Lollapalooza se realicen en Chile?
Me parece algo muy positivo en la medida que sepan involucrar y valorar a los creadores nacionales.
“Acaba de salir el documental Paz Court Y La Orquesta Florida : Radiografía de un sueño, estrenado por 13C y realizado por Loops Plataforma Creativa. Recorre rápidamente mi carrera hasta ahora que cumplí el sueño de crear mi propia orquesta. Los invito a mirarlo, está en mi canal YouTube. Dura 28 minutos y quedó muy lindo”.
Por Carola Hidalgo.