Mediodía y Cristián Sol Moraga Farías llega a nuestra cita en un café de La Reina con lentes de sol y contando que anoche llegó a las seis de la mañana a su casa después de tocar en Nancagua. No toca mucho últimamente, de hecho, su tiempo lo dedica principalmente a su labor de producción para distintos artistas nacionales y del extranjero – como con Los Amigos Invisibles, grupo venezolano que ganó el Grammy a mejor canción alternativa este año con Tócamela y en la cual C-Funk estuvo envuelto de manera importante – . “Es una versión. En el fondo a mi me mandaron una canción y yo la versioné y esa es la que ellos escogieron y que terminó finalmente ganando el Grammy (…) Más allá del reconocimiento, un premio así lo que da es energía y sirve para confirmar ciertas cosas también… que vamos por buena camino”, agrega.
Pero también dedica tiempo a ser parte de la banda de los Chancho en Piedra y como C-Funk, Cristián ya piensa en lo que será su show del 29 de marzo en Lollapalooza Chile, mismo día donde toca Charli XCX, The Strokes y Vampire Weekend por nombrar algunos. La edición 2020 del Festival está envuelta en un manto de incertidumbre por razones de seguridad, en parte por las anunciadas “estampidas” organizadas a través de redes sociales además del clima de protesta que se pronostica para un marzo complejo. Eventos como el Festival de Viña ya han anunciado medidas de seguridad extras y parece que este también será el caso de Lollapalooza, considerando que es el evento privado más masivo que se lleva a cabo en Santiago desde el 18-O.
“Para la idiosincrasia, la cultura y el arte no es algo de valor.”
“Se me vienen varios pensamientos al escuchar la palabra elitista” responde C-Funk cuando le preguntamos qué significado adquiere el Lollapalooza después del ‘cambio de mentalidad’. “Siento que esa etiqueta está mal puesta. Yo veo que lo que cuesta (Lollapalooza) y lo vale, porque si tu vai a ese concierto de las bandas grandes que vienen, te va a costar. Por ejemplo, yo fui a ver a Prince es Estados Unidos y me costó 90 dólares… entonces si tenis la posibilidad de ver varios artistas de este tamaño lo vale.”
“Hay mucha gente que no tiene la plata y va y se endeuda al igual que se endeuda para ir a un viaje o comprarse una tele, se endeuda para comprarse una entrada para ir al concierto. Yo encuentro que esa plata está bien gastada, porque veís al artista que te gusta o que… yo cuando chico no tenía la posibilidad de ver. Siento que la gente gasta plata en otras hueás que son menos valiosas en sí, menos culturales…. Para la gente, para los gobiernos o para la idiosincrasia del chileno, la cultura y el arte no es algo de valor. No es algo que valga”, agrega.
La escena musical chilena tuvo que adaptarse al nuevo escenario post-estallido. C-Funk comenta que este verano tenían decenas de shows agendados con Chancho en Piedra que tuvieron que ser cancelados porque los organizadores optaron por ocupar el dinero en otras cosas:
“El arte, la cultura en este país no tiene ninguna garantía de nada. En cualquier momento te vas a la cresta. Depende mucho del ingenio del artista. Hay gente que no tiene el ingenio y la suerte y no tiene pega. El espacio no es mucho, Chile es chico… Yo ya tenía ciertas cosas en el área de producción. Tengo suerte porque solo me dedico a la música, pero yo grabo, produzco, me encargan arreglos, toco en vivo solo y con otra gente. Soy un obrero de la música en ese sentido. Por suerte en esta parte de producción ya tenía agendada ciertas cosas para otros países. Eso me da un sustento en este tiempo, pero no es una cosa eterna ni segura.”
Cristián es consciente de que su situación es más ventajosa que otros músicos. A casi tres décadas de incursionar con Los Tetas, su carrera en solitario y estar trabajando con Chancho en Piedra en la actualidad le da una cierta seguridad laboral. Sin embargo, le preocupa el escenario que se viene para marzo. “Si las empresas están con miedo y con incertidumbre, imáginate lo que es para un artista como nosotros que somos clase media.”
“Nosotros somos Cancha General y hay gente que tiene Cancha VIP.”
La desigualdad está presente en todos los ámbitos, y tuvo que llegar el estallido social para tomar conciencia de ello. La escena nacional no es ajena. “Hay bandas que se llevan todas las pegas, cobran 20 palos por tocata. Tocan todo el verano y hay otros que están pelándose el culo por nada. Y yo no veo esta cuestión de que hay que repartir los privilegios de parte de nosotros los músicos. Con eso no me refiero a que me des de tu plata o que toques menos, sino ayudar a emparejar la cancha para todos. Es como con el nombre de tu página. Nosotros somos Cancha General y hay gente que tiene Cancha VIP.”
¿Pero estos privilegiados son los nuevos que se dedican a la música urbana o los artistas que ya tienen una carrera más sólida?
“Los de la música urbana te diría que sí, pero es algo temporal. A los cabros que están en el trap ahora les digo que aprovechen el momento, porque yo no sé si en diez años más el trap va a ser la huéa. ¿Cuándo tengai diez años más vas a estar cantando trap? Porque es una cosa muy del momento. Cuando pase la moda van a quedar en pie los que son artistas, eso siempre ha sido igual. El trap es una cosa muy de look, de actitud. Cuando ya no tengai ese look y actitud de veinteañeros… ¿en qué vai a estar? Tenís dos opciones: o aprovechai la cuestión o te dedicai al arte, que es mucho más de lo que se ve y que cantar con autotune. Todo esto yo lo digo con mucho respeto por el movimiento trap porque a mi me gusta. Me gusta el reggeatón también porque están evolucionando, pero ojo con eso. Porque es un privilegio, y como tienes un privilegio tienes que compartirlo.
Es enfático en decir que considera que hay gente que ha aprovechado el contexto para enaltecer su nombre. “Encuentro que es casi un panfleto. Si haces algo tiene que ser genuino, no es necesario estar comprometiéndose por obligación. Yo no quiero salir haciendo una canción que diga “Piñera Culiao”, “Paco Vampiro”. Prefiero seguir haciendo funk y salir a la protesta”. En la dictadura Alex Anwandter decía Paco Vampiro y se lo pitiaban. Victor Jara ni siquiera decía Paco Vampiro y se lo pitiaron. A mi papá lo persiguieron, además (Hugo Moraga, compositor que perteneció al Canto Nuevo). Teniai que ser inteligente, denunciar, pero con otro lenguaje.”
“Fue una falta de respeto igual, pero nadie estaba tan en su sano juicio…”
Menos de diez días habían pasado desde el 18 de octubre cuando apareció una versión de El Derecho de Vivir en Paz de Victor Jara interpretada por casi una veintena de artistas nacionales, de todas las épocas y géneros. C-Funk hace una breve aparición ahí, pero dice que todo se gestó gracias a la euforia e inspiración que rodeaba esos días y un grupo de Whatsapp donde estaban todos metidos. “No sabría que haber respondido si dos meses antes me preguntai quién crees que estaría en ese vídeo. Encuentro bacán que, aunque lo tuyo sea pop así al máximo y que no tengai ningún contenido más allá del amor y el verano, encuentro la raja que estés ahí.”
Confiesa que duda si la decisión de cambiarle la letra a la canción fue una buena idea. “Fue una falta de respeto igual, pero nadie estaba tan en su sano juicio como para haber tomado una decisión “bien”. Meterle mano a Victor Jara no me gustó. Lo hubiese pensando más.” Eso sí, afirma que más allá de la canción en sí, sirvió para hacer ruido y como un gesto de unidad de un gremio que pocas veces tienen algo en común.
Finaliza diciendo que está dispuesto a volver a hacer ruido por la campaña del apruebo si se lo piden, lo más probable es que no a través de una canción, pero sí para hacerse parte de un movimiento de músicos que al otro lado tiene a Alberto Plaza y Lucho Jara.