Llega un punto de la madurez de cada músico en que comienza a ver más allá de su propio instrumento, se preocupa del legado, de transmitir sus influencias a futuras generaciones, de brindar el apoyo que muchas veces le fue tan esquivo, en definitiva, guiar carreras hasta el punto de calidad que considera aceptable. Paradigmas que a sus 32 años, y con unos Arctic Monkeys donde Alex Turner es la principal y prácticamente única fuente creativa, Matt Helders comienza a vivir.
Y es que el baterista británico realizará su primer trabajo como productor. Será en beneficio de Joe Carnall, cantante de Milburn y que ahora lanza su primer álbum en solitario. Éste último lo ha confirmado, afirmando “que se encuentra con un viejo y muy exitoso amigo al que muchos llaman Agile Beast”. Uno de los tantos apodos de Helders.
“Hemos tenido un buen tiempo trabajando en conjunto. Nos hemos visto mucho estos días. Estoy realmente satisfecho con el resultado y no es lo que podrían esperar. No puedo esperar para el próximo año”, agrega.
Noticia que encuentra a Helders con claras intenciones de apostar por su debut como solista. En octubre pasado, expresó su intención de crear ‘un montón de música’, pero queriendo justificarla correctamente primero. “Siento que tengo que hacer una cierta cantidad [de música] antes de que se lo merezca. No quiero hacerlo demasiado pronto y luego lamentarlo, como “Oh, no debería haber hecho ese tipo de registro”. ¿Sabes a lo que me refiero? Quiero hacer mucha música y que luego me guste: ‘Oh, eso es lo que me gusta'”, comentó con NME.
“[…] me gusta el proceso de crearlo. Tal vez sea más porque no estoy escribiendo las letras, así que está bien que lo haga. Cuando estás escribiendo un registro, muchas personas necesitan una razón para querer escuchar un “mensaje” o “escuchar mi opinión sobre esto”, agrega. “Es por eso que todavía no estoy interesado en el lado de la letra. Quiero hacer mucha música y eso suena genial”, remata.
El sonido podría ser más orgánico, casi como de una banda sonora. “Básicamente, son máquinas de percusión y sintetizadores más viejos, un poco más electrónicos y un poco más como una banda sonora, como un tipo de John Carpenter”, expresa sobre su improvisado estudio de grabación en su hogar.