Caminaba con una sudadera negra y ‘chasca al aire’. Sonreía mientras una maquinaria de técnicos daba instrucciones en medio de su set. Él se servía un copa de vino, miraba a su alrededor y acariciaba su guitarra, como si en ella buscara una respuesta a las injusticias sociales que se cometen día a día y el recalca en letras. Humildad ante todo, un músico como tal. De aquellos que ven en acordes un arma de cambio social y no una excusa para ‘internacionalizarse’ y ser un crédito en algún festival de renombre.
“Quisiera tomar veneno” exclamaba Nano Stern a un Estadio Nacional que lo aplaudía en forma cerrada. Una atmósfera folclórica no del género, sino que de su implicancia espiritual que logró desencadenar junto a su banda. Sentir colectivo en cada uno de los espectadores que fue agradecido a la par que él saltaba y aplaudía. Factor emocionante para su carrera, tal cual nos explicó en una breve conversación.
¿Cómo sentiste tu show?
Bueno, ¡entretenido! Emocionante tocar en el Estadio Nacional; nunca deja de ser una emoción sobrecogedora, no solamente por los momentos lindos sino que, porque también sabemos que hay una sobrecarga histórica. Además la gente muy buena onda, hasta nos dieron un ‘ratito’ para tocar un rato más, gestos de cariño que yo creo que son de muchos años de buena onda.
¿Cuánto te ha influenciado Jorge González?
La verdad no tanta en verdad, porque no me gusta su música, me gustan sus palabras y su rol en la historia, pero no su música y sin hacer prejuicios de que es buena o mala pero por ejemplo Álvaro Henríquez me ha influenciado mucho más. Pero de adulto he aprendido a admirar. Así que totalmente me quedó a verlos y a todos los demás colegas, ya vi al Alex Andwanter y de ahí me subí a tocar.
Sobre el escenario dijiste “que en 20 años más estén los hijos de los inmigrantes acá tocando”, tocaste un tema muy importante y de controversia estos últimos meses ¿cómo crees que avanceremos en este tema para bien?
Con educación, es lo más importante, hay que poner énfasis ahí, que en los colegios haya integración desde el comienzo, esto sirve para casi todas las otras cosas, porque la generación de nosotros y los más viejos estamos cagados, tenemos miedo y fobia a los negros incorporado en nuestra cultura, en cambio los niños tienen esa capacidad de aprender distintos, y los inmigrantes están teniendo hijos acá y son chilenos. Me ha tocado de ir a colegios que vienen niños de Haiti, ni siquera hablan español pero se integran y los demás ni siquiera ven que son de un color distinto.
¿Cuándo aceptaste venir a la Cumbre lo tomaste como un tributo a Álvaro Henríquez y un despido a Jorge González?
No porque yo no sabía quién iba a estar, fue hace mucho tiempo, fue un vamos a tocar no más.
¿Y ahora lo tomas como algo así?
Ahora lo tomo como un privilegio.