Desde el pasado 2019 que hemos sido testigos de un cambio generacional a nivel social, un cambio en el que muchas, muches y muchos no tienen miedo a decir lo que piensan, a denunciar las injusticias, ni mucho menos permiten la humillación. Es en este marco en el que Sleaford Mods llega como la banda, que lejos de pretensiones rimbombantes, musicaliza esas reflexiones que hemos tenido en más de una ocasión con nuestra almohada.
Sleaford Mods: Bunch of Kunst es uno de esos documentales de cabecera si es que en tus preferencias está el underground británico. Bunch of Kunst es ese documental que no debes dejar pasar durante este dantesco 2020 y que puedes ver ahora en In Edit. Este largometraje muestra la evolución de una de las bandas que desestructuró las reglas semánticas de la prosa poética en favor de otorgarle un sentido al acto lingüístico de la música. Un acto semántico que se transforma en la resistencia más dura a uno de los países europeos dónde las cosas “funcionan como seda” (Sí, así lo define un fanáticos de la banda).
Una localidad
Dirigido por la cineasta Christine Frantz, comienza en los suburbios de Nottingham, localidad que es reconocida por la literatura más clásica a través del cuento Robin Hood. Una locación que se transforma en el vívido recuerdo de la clase vulnerada, empobrecida y olvidad. Una localidad que es el escenario de muchas otras localidades que también responden a estos patrones de vulneración que se repiten, una localidad que metafóricamente se transforma en un recurso literario, pero que en fondo es la representación de una localidad en sistemática vulneración.
Bajo una construcción audiovisual lofi, casera y autónoma, es que nos inmiscuimos en la cabeza creativa de Jason y Andrew, quienes a través de la música se empoderaron de un espacio de resistencia desde tres aristas: lírica, musical y de producción. El alto nivel creativo de la banda, los posiciona como uno de los equipos de trabajo más eficiente y más creativos de la escena. La versatilidad que muestran al utilizar con tanta seguridad ciertos recursos musicales, es que a los espectadores nos invita a evidenciar la potente fuerza creativa que tiene este dúo británico.
Una de las aristas creativas que no deja a nadie indiferente, es la potencia de ejecución de creación lingüística que emerge desde el mismísimo cerebro de Jay. Un discurso claro, elocuente en el que se plasman las reflexiones más duras de un individuo que abiertamente se reconoce como la clase obrera. Un sujeto que se transforma en la viva voz del dolor, de la humillación, de la desolación. Un compañero que habla por todas, todes y todos al momento de denunciar el abuso laboral, al dejar en evidencia a ese jefe maldito que despersonaliza la humanidad y la percibe como sencilla mano de obra, ese jefe que lejos de ocuparse de problemas reales, busca el modo de obtener reconocimiento y estabilidad económica. Un discurso tan lleno de rabia, que desestructura toda norma de la construcción lírica y de musicalización de las palabras, un hombre que desde esta trinchera encuentra la resistencia a todo, utilizando todos y cada uno de los recursos semánticos, en favor de explotar esa vía de escape que significa Sleaford Mods.
Una vida melómana
Somos testigos de la versatilidad creativa de Andrew es posible desprender una vida melómana, una cabeza creativa que desde el más mínimo sonido crea beats que desarrollan loops que dan sentido al discurso transgresor que conforma la esencia de Sleaford Mods.
No hay dudas que el dúo británico tiene mucho que decir, mucho que compartirnos y que aportar al debate sistémico que nos tiene en evidente declive. Es por esto que, parte de la producción, difusión y divulgación musical también tiene mucho de resistencia, puesto que la autogestión es el macroconcepto que articula de manera certera a este proyecto de esencia punk. Una autogestión que desde el inicio les permitió marcar las bases de un proyecto que es resistencia, es trasgresión, pero por sobretodo es un proyecto colectivo.
Un excelente documental que muestra la evolución orgánica de una banda que – inicialmente – le declaró la guerra a los sellos discográficos. Un documental que puede ser considerado como ese sujeto sociológico que se exime de la regla de común acuerdo que emerge como parte estructural de las bandas exitosas. Pero más concretamente, es un documental que transforma la práctica artística en un espacio de transgresión, un acto de resistencia política, sistémica y cultural. Un largometraje que le dará vida a este apocalíptico 2020.
Sleaford Mods: Bunch of Kunst es parte de los largometrajes que presenta In Edit 2020, un hermoso documental que puedes acceder de forma gratuita pinchando acá. Sólo debes crear una cuenta en la plataforma, y podrás disfrutar de este acierto cinematográfico todos los días del festival… ¿Te lo pierdes?