Advertencia: Spoilers ligeros de “Llámame por Tu Nombre”.
“Llámame por Tu Nombre” (2017) es un drama romántico el cual se centra en un joven llamado Elio, interpretado por Timothée Chalamet, quien encuentra el amor en uno de los estudiantes de su padre. Su viaje no solo es una aventura romántica, sino que más bien un trayecto hacia la madurez y el descubrimiento personal. Contada de forma íntima y exhorbitante, con una magnífica dirección, espectacular guión y sensacionales interpretaciones. De esa forma, la historia sobrepasa la superficie de un coming of age cualquiera, para convertirse en una melancólica e íntima narración de amor.
Pero los elementos que hacen de la película una fantástica obra no se limitan a sus características visuales. A la par de contadas escenas, podemos encontrar la participación del artista estadounidense Sufjan Stevens. Y es que su afiliación a la cinta no se remota a una simple colaboración, sino que cada canción brinda a la narración de una pasión que extiende su poderoso mensaje.
En total hay tres temas del cantautor que aparecen en la película: “Futile Devices”, “Mystery of Love” y “Visions of Gideon”. En donde los dos últimos cortes fueron compuestos explícitamentes para el filme, mientras que el primero es un remix de una canción que ya había aparecido en el álbum “The Age of Adz” (2011). Siendo importante destacar que por uno de estos cortes el autor estadounidense recibió una nominación a los Premios Oscar.
Cada canción es fundamental al momentos de representar el desarrollo que Elio tiene durante el filme. “Futile Devices” es un corte sobre descubrimiento, sobre reconocer donde termina la amistad y la admiración, y empieza el amor. Aquí el protagonista comienza a entender cuales son sus sentimientos y si es que realmente ama a la persona que cree adorar. El narrador es enfático al mostrar su confusión. Según él, ama a esta persona como a su hermano, por lo que no está seguro de si el romance es más bien platónico que algo más. Una excelente introducción a como el cariño nubla las emociones que permiten reconocer al mismo. Un corte suave y dulce que en la versión del filme se adapta al melancólico sentir de su protagonista.
Luego, “Mystery of Love” le canta al romance en sí. Donde el narrador no posee confusión alguna, y solo puede expresar su admiración ante la maravilla del amor. Los versos se pierden entre oníricas cuerdas, generando dulces acordes y suaves melodías. En este punto, el protagonista vive el amor en su máximo esplendor, en un estado puro e inquebrantable, en que no existe un mañana que pueda terminarlo. Probablemente la canción más hermosa y optimista de la selección, y a su vez, el estado más bello de cualquier relación.
Finalmente, “Visions of Gideon” se hunde en la melancolía. Al llegar aquí, el amor se ha desvanecido en un recuerdo. En este punto de la historia, al protagonista no le queda más del romance que las memorias que posee. Y tal como dictan los versos, estos se reproducen cuales videos sobre la mente del joven. Visiones de victorias perdidas en el recuerdo, el triste recordatoria que ese lugar ameno que solía ser tan vívido ya no vive en otro lugar fuera de la mente. Con este tema el filme da cierre, entregando una de las secuencias más potentes puestas en una cinta en 2017.
Los tres actos que componen los temas de “Llámame por Tu Nombre” son el perfecto desarrollo del amor. El descubrimiento, el romance, y el recuerdo. Sufjan Stevens no solo aportó con bellas piezas musicales, sino que generó una trilogía la cual se encuadra perfectamente con la historia de crecimiento y romance que el filme expresa. Y cada vez que los temas aparecen en escena, llegan para intensificar las emociones que la película intenta personificar.
“Llámame por Tu Nombre” es una lúcida cinta de amor que se ve elevada por la soberbia colaboración del compositor estadounidense. Quien intensifica tanto las emociones como el mensaje de la narración mediante suaves líricas acompañadas de melancólicos ritmos y acordes. Stevens ha demostrado en reiteradas ocasiones ser un genio conceptual, y un fantástico compositor de piezas contemporáneas, y con su trabajo en este filme, consolida lo que años de excelente música llevan diciendo. Un artista entendiendo la más básica y cruda de las emociones: El amor.