Hace poco se estrenó una de las series más esperadas deNetflix. Hablamos de “The Get Down”, una joya audiovisual creada por el director de Moulin Rouge, Baz Luhrmann, a la que le dedicó dos años de producción y más de 100 millones de dólares, convirtiéndose en la serie más cara en la historia de Netflix.
“The Get Down”, que cuenta con 12 capítulos pero solo seis disponibles, es descrita como la historia de amor entre Ezequiel y Mylene que se da entre dramas, música y aventuras. Pero lo cierto es que va mucho más allá. “TheGet Down” es la mismísima historia del Bronx en la década de los 70’. La serie abarca mucho más que el amor entre dos colegiales, las amistades de cada uno y las reglas en las que la sociedad neoyorkina/latina/negra de ese entonces se regía.
Volver a los 70’s
La actual Nueva York se conoce por ser la ciudad que nunca duerme. Sus colores, brillos, compuesta por gente de todo el mundo la hacen muy diferente a lo que era hace más de 40 años. En la década de los 70, Nueva York (como estado), era reconocido por ser un territorio con carácter, donde la delincuencia, las drogas, el peligro y el desorden acechaban a quienes formaban parte de la que sería tan prometedora tierra. Peor aún era lo que pasaba en el mítico Bronx, un barrio comúnmente conocido por ser dominado por los negros, pero también donde la influencia latina tomó el poder.
Es importante de mencionar porque gran parte de la serie transcurre en círculos sociales latinos. Sabemos que debemos hablar de música, pero para entender “The Get Down” más allá del maravilloso nacimiento de la onda disco y los comienzos de las mejores rimas del hip hop, hay que contextualizar y unir todo en un solo concepto: la sociedad de los 70, porque fue una década por consecuencia, donde acontecimientos previos dieron explicación a lo que realmente fue, finalizando en la música como la mejor vía escapatoria, expresiva y de supervivencia.
Hijos de irlandeses, polacos, griegos, italianos, entre otros, se asentaron en el Bronx a partir de la Primera Guerra Mundial. Para ese entonces, casi el 45% de quienes ahí residían eran también judíos. Por todo esto, el Bronx pasó a tener fama de municipio obrero. Luego, para los años post guerra, la prosperidad se vio reflejada en la construcción y hubo un relevo en la población: los europeos se marcharon para comprar propiedades en mejores sectores,y llegaron los puertorriqueños y afroamericanos. Demográficamente el Bronx estaba cambiando, pero sin perder su esencia. Y finalmente llegamos a los 70. Al inacabable problema de las drogas y la delincuencia, se le sumó el desplome de los precios en las propiedades. Los propios dueños quemaban sus casas o contrataban pirómanos para provocar “accidentes”, ya que así podían cobrar el seguro o conseguir que el ayuntamiento los realojara en una vivienda mejor. Pero como la zona era poco rentable, todos los edificios carbonizados quedaron abandonados, transformándose en nidos de marginados, centros de distribución de drogas, zonas de prostitución y lugares de pandillas callejeras. Con esta foto imaginaria del Bronx, recién comienza “The Get Down”, porque Luhrmann procuró que, todo lo que acabas de leer, quedara reflejado en imágenes.
Play thatfunkymusic, whiteboy
La historia completa es narrada por Ezequiel 20 años después, cuando ya es un famoso hip hopero que en su show, canta la historia de su vida, centrándose sobre todo en las constantes superaciones que debía enfrentar en su barrio natal.
La historia de la mayoría de los personajes no solo gira entorno a las rimas que reflejan la realidad del ambiente, también en los colores y brillos de la música disco. El vestuario se lleva uno de los premiados: harto pantalón apretado de la rodilla para arriba, para caer anchos tipo elefante, muchos petos ajustados para ellas y ellos, cintillos, argollas gigantes, plataformas, lentejuelas, vestidos escotados, chaquetas con cuellos gigantes y en punta y hartosafros acompañados de largas patillas.
Si hablamos de la banda sonora de la serie, habría que destacar a Donna Summer, quien para 1977 estaba full en la palestra al lanzar dos álbumes el mismo año: “I rememberyesterday” y “Once upon a time”. Además, es la máxima aspiración y referente de la cantante en ascenso de la serie, Mylene. Temas de “TheTrammps” y “Earth, Wind and Fire” le dan el toque funk, soul y sabrosón, acompañados siempre de tomas coloridas, bailables y que reflejan la verdadera atmósfera disco de esos años, convirtiéndose casi en un homenaje a dicho estilo musical. Hay absoluta referencia a los clubes “funkies” con su ambiente cadencioso, sensual, de fiestas inacabables, llenos de drogas y personajes influyentes. Al igual que en Moulin Rouge, aunque sin ser del todo un musical, Luhrmann hizo de la música el eje principal de la historia.
Grandmaster Flash
Es conocido por ser uno de los pioneros en las técnicas de DJ’s. Perfeccionó varias de ellas como el scratching, y descubrió otras como el backspin. Hablamos de Joseph Saddler, más conocido como Grandmaster Flash. No solo es un hip hopero y Dj estadounidense, también es uno de los personajes de “TheGet Down”, quizás uno de los más importantes sin ser el protagonista. Es tan importante su legado para la música de ese entonces en su natal Bronx, que se convirtió en productor asociado del director de la serie para reflejar de la mejor manera y a su modo lo que fue vivir en ese entonces, además de demostrar lo referente e influyente que fue.
La importancia del hip hop se vio acompañada de varios elementos que quizás hasta hoy perduran en el inconsciente colectivo. Las rimas siempre fueron de la mano de una pandilla, de un grupo callejero, y de ellas nacieron las famosas batallas entre diferentes bandos que Luhrmann muestra con claridad. A eso, se suma la droga, la expresión por medio de graffitis, las amenazas y un sinfín de cosas que nublan la cabeza, haciéndonos pensar que el hip hop se rodeaba de negatividad, cuando también lograba sacar a luz el verdadero sentir del compañerismo, amistad y lealtad.
“The Get Down” es una oda a la música como medio de expresión, donde la importancia de la religiosidad también se llevan a acordes. Las alabanzas al Señor se traducen a notas de piano y tonos agudos. La iglesia pasa a ser un escenario que apunta al éxito y Jesús se mezcla con las notas funkies y de soul.
Aunque a ratos podría parecer una escena sacada de “Glee”, lo cierto es que “The Get Down” es un recorrido por la historia del Bronx donde Luhrmann se preocupó de llevar cada detalle, cada anécdota, a notas musicales. Acontecimientos como el apogeo de Star Wars, película que cambió el cine y que se transformó en de culto para todo el mundo. O el apagón del verano de 1977 en Nueva York y sus alrededores, incluido el Bronx, donde los saqueos y el desorden público fueron motivos suficientes para recordarle a la población, por medio de la música, que seguían viviendo en un agujero sin salida.
Por Carola Hidalgo.