LCD Soundsystem: la leyenda que regresó a la vida más potente que nunca. Desde un antiguo 2002 estas leyendas neoyorkinas del indietronic han despertado nuestras sensibilidades rítmicas con una fusión intrépida de elementos de la electrónica, el punk y el indie. Esta llegada a Lollapalooza Chile entonces, marca el reencuentro con un público que los vio debutar en la Cúpula el 2011 para separarse de inmediato, quebrándose como un show agridulce y de extrema potencia. El viernes se vivió algo surreal. LCD no dejó segundo sin efervescencia y se alzó con una jovialidad que nos desgarraba de inquietud y nos estremecía con temas fortuitos y de una potencia extrema.
Aquellos agridulces momentos de la ruptura del 2011 y el registro visual de aquel en “Shut Up and Play the Hits” vuelven a tener una salida intrigante y reconciliadora luego de 5 años de silencio. “American Dream” volvió para atacar la sentimentalidad de aquellos que en el 2012 se sumergieron en la más profunda melancolía, reviviendo el sueño que todos pensamos que se había perdido. Chile en esta ocasión se levanta como un país con la suerte de volver a ver un LCD Soundsystem jovial y renovado, una banda que se levanta de las cenizas de su propio mito y reconcilia los sentimientos que permanecieron reprimidos por cinco años.
Una bola disco gigante reflejaba al público inmerso en la ansiedad del preámbulo del show, aquellos fieles que llenaban las primeras filas inmediatamente después del magistral acto de David Byrne. Mientras Mon Laferte se pasaba 4 minutos de lo estipulado, los neoyorkinos pisaron el escenario apenas pudieron, alzando las pulsaciones mientras bebían champaña en elegantes copas. Con Nancy Whang y James Murphy en el centro “oh baby” fue lo primero que nuestros oídos escucharon de la vuelta del indietronic. Esta apertura del “American Dream” se insertó de forma suave y certera, deslizándose en nuestros frágiles cuerpos como un efervescente sueño lúcido mientras “please baby please!” agitaba nuestras sensibilidades, mientras este tema nos atrapa entre un mal sueño y la realidad misma.
Mientras el sol se ponía en Santiago y cubría de oscuridad el escenario inundado por LCD Soundsystem, las luces comenzaban a tornar los paisajes musicales rojizos al momento en sin preámbulos “Daft Punk is Playing at my House” reventaba nuestras reducidas pistas de baile. Con este gran hit que se remonta a los principios de los 2000 y abre aquel elegante doble disco debut, el cólera se distribuyó y los cuerpos rebotaban en el cemento intentando alcanzar los reflejos de la bola disco. Guitarra y bajo preponderantes se unían con las líneas ágiles de Murphy y el coro conformado por los intrépidos asistentes delanteros, hasta que el solo de cow bell hizo brillar a James con astucia.
“I Can Change” fue un acontecimiento que suavizaba la excitación anterior, tomando aquellas inteligentes y estudiadas referencias del post-punk y el art-rock de los 70 para hiper-modernizarlos de una manera muy auto-consciente. Sintetizadores burbujeantes dieron paso a “Call the Police” que se planteaba con un groove permanente y que fusionó de una forma inesperada entre los antiguos destellos de nostalgia, los cuales culminaron en agresivos saltos reivindicadores. “Get Innocuous!” se aceleraba con un boogie impresionante, con delirios e ilusiones cada centímetro de la explanada de cemento era entregado al baile desenfrenado y a la repetición desprendida de una cercanía al krautrock. Descontrol y libertad.
“You Wanted a Hit” se anticipó con un bombo que desbordaba aflicción que luego se entremezclaba con las teclas de Nancy y una cruda guitarra por Al Doyle. Tema que pareciera describir perfectamente el quehacer de LCD destellaba aquel penetrante sintetizador en cuanto la nostalgia de las líricas atravesaba nuestras embobadas mentes y nos entregábamos a a aquel sueño letárgico.
“And so you wanted a hit
Well this is how we do hits
You wanted a hit
But that’s not what we do”
La satisfacción reinó en la reja cuando “Yr City’s a Sucker” y “Someone Great” se elevaban desde el Itaú, pero fue “tonite” que continuó el descontrol bailable. Este nuevo tema que recobra aquellas texturas y elementos del “Sound of Silver”, mientras nos veíamos atrapados en una repetición aguda y ágil que hacía temblar las rejas delanteras. Una noche estremecida por aquel reencuentro entre el soundtrack de nuestras vidas y la frescura de aquellos sueños que vemos hacerse reales.
“Dance Yrself Clean” y “All My Friends” fueron los dos temas que cerraron una velada llena de de satisfacción y cosquilleos estremecedores, mientras se veían forzados a ajustar su set debido al pasado retraso de la artista nacional. Entre un James que presentaba a todos sus miembros menos a él mismo, introdujo a Lady Russum con la calidez y elegancia que se recibió. Aquella misma elegancia se vio plasmada en cada segundo de una alterada noche que revivió un sueño que una vez habíamos dado por muerto.
Obsesionados con escribir sobre los finales, ya sea de amor amistades o los héroes perdidos, LCD Soundsystem “es una banda que escribe sobre escribir música” como describió Murphy alguna vez. Entre el disco, el indie y la potente influencia del krautrock alemán setentero, se sumergen en nuevos territorios y nuevas intricadas capas, efervescentes nuevamente renacen de unos aproximados 5 años de calma, vuelven sudorosos, vuelven cambiantes y vuelven infecciosos. Elegantes e intrépidos estas leyendas neoyorkinas realzan su segunda presentación de una hora y media como un gran sueño eléctrico e infeccioso que nos golpea en las sensibilidades rítmicas que dejamos pasar. Una velada que desgarró almas y propuesto una efervescencia inolvidable. Un sueño eléctrico sin duda alguna.
Setlist:
1. oh baby
2. Daft Punk is Playing at my House
3. I Can Change
4. call the police
5. Get Innocuous!
6. You Wanted a Hit
7. Tribulations
8. Movement
9. Yr City’s a Sucker
10. Someone Great
11. tonite
12. Dance Yrself Clean
13. All My Friends