Finalmente la investigación de la muerte del hijo adolescente de Nick Cave, se hizo pública ayer en Brighton y concluyo que tomó LSD antes de caer por el acantilado de Ovingdean Gap, East Sussex.
El vástago del músico que un día lideró The Birthday Party falleció a los quince años el pasado 14 de julio. Arthur cayó desde 60 pies de altura (18 metros) con el resultado de fractura de cráneo, piernas rotas y hemorragia cerebral. Fue encontrado en un paso subterráneo por varios viandantes que intentaron reanimarlo sin éxito. Lo terrible del hecho además de lo lógico, fue que Arthur no falleció en el acto.
Los forenses del Tribunal de Brighton ya sabían de la posibilidad de que Cave hubiera tomado la droga alucinógena antes de su muerte. Ahora se ha confirmado.
Un amigo de Arthur, que estaba con él ese día, ha reconocido que tomaron tres láminas de LSD. El adolescente explicó a la Corte que leyeron sobre los efectos de la droga, pero que desconocían su “lado oscuro”. Al parecer Arthur estaba fuera de sí, y terminó por saltar la valla del acantilado.
Veronica Hamilton-Deeley, médico forense del caso, concluyó: “Los dos niños sufrieron los efectos de la droga antes de separarse. Está claro que su percepción estaba totalmente desorientada y confundida, no sabían que era real y que no“. Dato para el registro: Nick Cave, su padre, no consume drogas desde hace años.