Bueno algunos los siguen consumiendo en formato físico, pero las nuevas generaciones tienen el tacto en el streaming, plataformas como Deezer y Spotify son la biblioteca que reemplazó a la repisa acumulada de vinilos, cassettes o CDs. Pero según algunas tendencias, podríamos estar en un punto de inflexión en donde los álbumes comienzan a cambiar de rumbo, es posible que en el futuro ya no exista ese concepto de LP, de un conglomerado de canciones que tienen un propósito unificador, una idea o una propuesta artística entre sus canciones.
Todo esto radica en cómo las masas están consumiendo música, el terreno aún está plagado de incertidumbre por lo que no hay solo una verdad, pero si consideramos ciertos factores como las nuevas redes sociales – Tik Tok principalmente, y quizás Reel de Instagram –, la nueva generación de fenómenos como Paloma Mami que solo singles ha lanzado y desde sus inicios no se ha anotado con ningún álbum, y está tendencia a (sobre) valorar canciones populares por sobre un disco unificador, elevando el estatus de una canción a una suerte de One Hit Wonder, nos dan indicios de que algo está cambiando.
“Muy poca gente escucha un disco entero”
Recientemente, en conversación con LaTercera, el baterista de Lanza Internacional, Ricardo Nájera, comentó el nuevo método que la banda chilena-mexicana está tomando para lanzar su siguiente álbum. “Parte de la evolución de un artista es entender a tu mercado, cómo está consumiendo las canciones esa gente y la realidad es que muy poca gente escucha un disco entero porque no tiene el tiempo o no le interesa. Aunque hacemos música porque nos hace felices, todo es este trabajo, para seguir haciéndolo, nos tiene que dejar alguna ganancia. Y esto es así, tienes que sacar un single al mes, tienes que hacer colaboraciones, un montón de cosas para que sea atractivo”. Una calendarización mensual de lanzamientos, eventualmente en unos meses el disco estará completo. Es lo más similar a esperar semanalmente por tu serie favorita.
En la misma entrevista, Mauricio Durán comentó la falta de necesidad en ponerle un nombre al disco: “quizá sea la última vez que nos pregunten cómo se llama un disco. Con las plataformas se han ido borrando ciertas barreras”. Si bien lo que comenta el grupo puede ser un simple gesto para variar su entrega músical, lo cierto es que combinado con Tik Tok y cómo la plataforma viraliza canciones, podríamos estar en un momento en donde los álbumes comienzan su período de desahucio.
Nacida como una aplicación de lip-syncing, TikTok es una máquina para viralizar canciones, hoy en día utilizada principalmente por adolescentes, no le queda mucho tiempo para que tome el terreno de adultos mayores, empresas, y todo el remanente de Instagram se torné a TikTok (así como pasó con el traslado de Facebook a Instagram hace algunos años), de hecho, ya está empezando a ser una herramienta para los artistas. La idea de TikTok no es consumir música (aunque los usuarios sí lo ven así y al final del día se transformó en ello), su objetivo es ambientar los vídeos de los usuarios con tracks populares. Y es esto lo que da vuelta el tornamesa.
Primero, las canciones son pegajosas, esas que con cinco segundos te quedan insertas en la mente hasta que tienes que saber su nombre y escucharla una y otra vez. Cuando esto es orgánico, las canciones usualmente no son los típicos singles promocionales, sino que son canciones que la misma red “decidió” que serían virales, en este caso el dominio no está en el artista, ni en las productoras, ni en los sellos. Pero TikTok sacó rédito de este contexto, y ahora la principal fuente de ingresos de la empresa es la promoción de canciones, es decir, si bien primero la viralización era orgánica (y supuestamente lo sigue siendo), ahora una gran parte de las canciones que se viralizan también son pagadas, según Max Bernstein, fundador de una empresa de marketing dedicada a la investigación de canciones virales, “el actual objetivo de los sellos es tener una suerte de éxito viral, eso es lo que quieren, pero no significa que todas las canciones de TikTok están pagadas por los sellos”.
Una canción como un producto inagotable
Ahora bien, lo interesante de TikTok, es que también es una suerte de cajón de canciones favoritas, los usuarios sí descubren música en la aplicación y quizá lo hacen de mejor manera (o por lo menos más variada) que, ya tradicionalmente, lo hace Spotify o YouTube, porque siendo sinceros el algoritmo de Spotify es pésimo en cuanto a recomendaciones y YouTube tiene esa tendencia a seguir sugiriendo lo que uno ya escuchó, nada novedoso. En cambio, en TikTok te encontrarás con una canción que nunca en tu vida has escuchado pero que te entrará por una oreja y se quedará en tu mente por un largo tiempo… Pero, solo es una canción, no estás descubriendo un artista, estás consumiendo incansablemente una canción como un producto inagotable.
Si bien, en los tiempos previos a la llegada de internet, siempre existieron los singles y se les explotaba a más no poder en las radioemisoras, existía una tendencia a ir a por el álbum en donde se encontraba la canción, era un incentivo a explorar más joyas ¿Es TikTok un incentivo a escuchar álbumes? Diría que no. Puede que no sea tan el fin de los discos como se enunció el titular, pero sí queda la duda de qué tanto sirven los discos en una generación y un mundo de consumo rápido y de consumo enfermamente popular, en donde solo se escucha lo que está de moda y, al parecer, no queda tiempo para escuchar un álbum de 45 o una hora de extensión.